Gestión Riesgos en auditoria interna

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marzo 09, 2022
Gestión Riesgos en auditoria interna
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Al igual que cualquier otra área de la organización, auditoría interna puede verse expuesta a diferentes riesgos que dificulten, entorpezcan o hagan ineficiente o insuficiente su labor. A continuación te contamos sobre algunos de estos riesgos.

El área de auditoría interna cumple un papel clave para el funcionamiento adecuado de los distintos procesos de una organización, pues entre otras labores se encarga de vigilar y monitorear que estos se realizan y se cumplen correctamente, ejerce un control interno. 

El objetivo de las auditorías debe ser agregar valor constante a la empresa y aportar al cumplimiento de sus metas. Así, un auditor interno tiene la responsabilidad de verificar si los sistemas de gestión que ha implementado la organización funcionan de manera eficiente y eficaz. Además, por medio de los informes de su auditoría, debe presentar cuáles son las falencias, inconformidades y oportunidades de mejora que tienen estos sistemas. 

De esta forma el auditor ayuda a evitar la materialización de riesgos como fraudes, lavado de dinero, operativos, incumplimientos normativos, ataques cibernéticos, entre otros, pues recomienda cuáles son las acciones que se deben tomar y los controles que se deben ajustar en los sistemas para que esto no suceda. 

Sin embargo, como en las demás áreas de la empresa, los auditores internos pueden estar expuestos a riesgos al momento de realizar su labor. Esto se conoce como riesgo de auditoría y consiste, en general, en causas internas y externas que obstaculizan este proceso, impidiendo muchas veces que se conozcan las vulnerabilidades o fallas de los sistemas, evitando así que se lleven a cabo mejoras. 

Algunos de los riesgos de auditoría son:

  • Desconocimiento por parte del auditor de la norma en la que va a basar su auditoría (ISO 9001, ISO 27001, ISO 31000, entre otras). Esto tiene que ver con una mala o incompleta aplicación de las metodologías utilizadas para las auditorías, lo que posibilita que no se realice correctamente según lo dispuesto por un estándar. 

  • Falta de apoyo y de confianza por parte de la alta dirección. Como en todo lo que tiene que ver con la gestión de riesgos, sin el apoyo, compromiso e interés de la alta dirección es difícil que el auditor pueda demostrar la importancia de la labor que realiza y lo beneficiosa que es para el mejoramiento continuo de los procesos y por ende, para la continuidad de la empresa. 

  • Mala planeación de la auditoría. Es importante que el auditor planifique el proceso adecuadamente, considerando los procesos y personas a auditar, así como el tiempo necesario que le tomará hacerlo. Si hay una buena planeación, no debería haber incumplimientos en el plazo límite para terminarla. 

  • Planes rígidos e inmodificables. Si bien se debe seguir un plan de auditoría, el auditor debe estar en la capacidad de adaptarlo o ajustarlo según las condiciones que se presenten durante el proceso porque estamos en un entorno en constante cambio y todo puede ser susceptible de cambiar, incluso las áreas o procesos a auditar.  

Nueva llamada a la acción

  • Dificultad o incapacidad para auditar algunas fuentes de riesgo. Puede ser por falta de conocimiento o porque el auditor prefiere ser cauteloso y tomar distancia de algunas áreas o procesos para evitar discordias o señalamientos, sin embargo, no debe ser así porque independiente del área y sus líderes, se debe evaluar y auditar para garantizar que está funcionando correctamente y no representa posibles riesgos para la empresa.  

  • Verificación y control ineficientes. Para realizar una buena auditoría es fundamental estar al tanto de las regulaciones y temas legales que le son aplicables a la empresa.  
  • Comunicación inoportuna. Los resultados de la auditoría y recomendaciones a aplicar no solo deben presentarse de manera clara y precisa, también debe hacerse oportunamente, en el menor tiempo posible y no meses después para que la alta dirección y los encargados de las áreas auditadas puedan tomar acción rápidamente y prevenir así que las fallas identificadas faciliten la materialización de riesgos. 
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Adicional a los anteriores, otros riesgos que pueden enfrentar los auditores internos son: no contar con personal calificado en sus equipos, enfocarse en encontrar culpables y no en la prevención, realizar una investigación y evaluación incompleta, falta de información y de recursos, entre otros.  

Cuéntanos en los comentarios qué otros riesgos de auditoría agregarías y qué hacer para evitarlos. 

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