Gestión de riesgos en la planeación estratégica de tu organización

Por esta época de fin de año, todas (o casi todas) las organizaciones realizan su planeación estratégica para el siguiente año, es decir, la alta dirección y los líderes o gerentes de las diferentes áreas definen cuál será el norte, los objetivos organizacionales y las acciones que deben seguir para poder cumplirlos. 

En este artículo te contamos por qué es importante que la planeación estratégica de tu empresa integre la gestión de riesgos y cómo la puedes llevar a cabo. 

¿Qué es la planeación estratégica?

Para entender la importancia que tiene la gestión de riesgos dentro de la planeación estratégica, primero es necesario saber esta planeación se trata de un proceso clave que realiza una organización para establecer sus objetivos a largo plazo y las acciones que ayudarán a alcanzarlos. 

Una adecuada planeación estratégica es fundamental porque, por ejemplo, sirve para:

• Identificar nuevas oportunidades y desafíos para la organización.
• Priorizar los recursos y las actividades a ejecutar para lograr los objetivos trazados.
• Mejorar la toma de decisiones. 
• Establecer indicadores claves de desempeño y las técnicas de seguimiento. 

Y en general, la planeación estratégica, que ayuda a tener una visión clara y realista de hacia dónde va la organización y qué va a hacer para llegar hasta allí, está compuesta por elementos claves como:

• Misión y visión.
• Análisis del entorno organizacional.
• Establecimiento de los objetivos.
• Identificación y diseño de las estrategias para el logro de los objetivos.
• Asignación de recursos e implementación de planes de acción. 
• Seguimiento y evaluación a través de KPI´s.
• Comunicación a toda la organización. 

En conclusión, la planeación estratégica es un proceso fundamental para la proyección a largo plazo y el crecimiento de una organización. 

Ahora bien, ¿por qué deberías tener en cuenta la gestión de riesgos en la planeación de tu organización?

Importancia de integrar la gestión de riesgos en la planeación estratégica

Incluir la gestión de riesgos en la planeación estratégica es importante porque, por ejemplo, te ayuda a anticipar y a considerar diferentes desafíos y escenarios que pudieran presentarse en el futuro y afectar la operación y el logro de los objetivos, además, te va a permitir:

• Identificar los riesgos que pueden tener cada uno de los objetivos que han trazado. 
  
  
• Analizar y evaluar la probabilidad e impacto de esos riesgos. En cuanto al impacto que pudieran tener, es recomendable que consideres variables financieras (dinero), operativas, tácticas, de cumplimiento, estratégicas y reputacionales. 

• Tomar decisiones de manera más eficiente y que beneficien a la organización, tanto desde el nivel directivo como operativo. 

• Identificar diferentes tendencias y oportunidades de mercado para la organización. 

• Tener una mayor probabilidad de éxito en la implementación del plan estratégico. 

Y entonces, ¿cómo puedes incluir la gestión de riesgos en esta planeación de tu organización?

Planeación estratégica y gestión de riesgos

Para que la gestión de riesgos sea parte de la planeación estratégica de tu organización, lo primero es incluir a los gerentes, gestores o profesionales de riesgos en el proceso de planeación. Es indispensable que ellos participen de manera activa de este para que su visión y conocimientos puedan ser considerados e incluidos desde el inicio.

Con esto claro, los pasos o acciones que debes seguir para realizar una planeación estratégica considerando la gestión de riesgos son:

1. Establecer el contexto

Aquí es importante conocer y analizar el entorno de la organización, es decir, identificar los factores internos y externos que pueden afectarla. Entre otros, se deben considerar aspectos económicos, políticos, sociales, culturales, tecnológicos, legales y ambientales, hacerlo es fundamental para un desarrollo efectivo de la gestión. 

2. Definir los objetivos estratégicos 

¿A qué le va a apuntar la organización, cuáles son sus metas? Por ejemplo: aumentar la rentabilidad, incrementar el número de clientes, tener presencia en nuevos mercados, desarrollar nuevos productos o fortalecer los existentes, etc. 

Es clave que los objetivos sean SMART, esto quiere decir: específicos (specific), medibles (measurable), alcanzables (achievable), realistas (realistic) y limitados en el tiempo (time-bound). 

3. Identificar los riesgos de cada uno de los objetivos

A partir del análisis del entorno interno y externo de la organización, así como de los objetivos planteados, debes identificar los diferentes riesgos (amenazas) y oportunidades que podrían afectar o entorpecer la implementación de la estrategia y por ende, la consecución de los objetivos. 

Los riesgos que identifiques pueden ser de diferentes tipos, por ejemplo, financieros, operativos, legales, reputacionales, emergentes, entre otros. 

4. Analizar y evaluar los riesgos en su probabilidad e impacto

Una vez identificados los riesgos, debes analizar y evaluar su probabilidad de ocurrencia y el impacto que podría causar a la organización si llegan a materializarse. Debes darles una calificación en estas dos variables, esto te permitirá priorizarlos según su relevancia y criticidad para así, enfocar mejor los esfuerzos y recursos de tratamiento.

5. Definir estrategias para el tratamiento de los riesgos

Es importante que diseñes acciones para tratar los riesgos, estas podrían ser: aceptar, transferir, mitigar o eliminar los riesgos. Las acciones de mitigación a través de controles son las más comunes y buscan por un lado, reducir la probabilidad de ocurrencia de los riesgos y por otro, disminuir el impacto de estos en caso de que se materialicen. 

6. Crear un plan de implementación 

Cada una de las acciones definidas para el tratamiento o mitigación de los riesgos debe contar con una estrategia para su implementación y estar alineadas con los objetivos organizacionales. Aquí es importante tener planes de acción y asignar responsabilidades claras y tareas específicas que deben llevarse a cabo en un período de tiempo determinado. 

7. Monitorear y revisar periódicamente

Es fundamental realizar un monitoreo continuo para evaluar el rendimiento, que sí se estén cumpliendo los objetivos trazados y de no ser así, poder ajustar las estrategias oportunamente y prepararse para enfrentar posibles nuevos riesgos, amenazas u oportunidades que se puedan presentar en el corto o mediano plazo. 

8. Comunicar a toda la organización

La comunicación debe ser transversal en cada una de estas etapas, sin embargo, al finalizar el proceso, es necesario comunicar de manera adecuada la planeación estratégica basada en riesgos a todos los niveles de la organización, pues ayuda a favorecer su éxito. 

Así mismo, es recomendable brindar capacitaciones de forma periódica para que todo el personal entienda muy bien cuál es su papel en la gestión de riesgos de la organización y cómo esto contribuye al logro de los objetivos estratégicos. 

¿Y en tu organización ya realizaron la planeación estratégica para el año 2024? ¿Incluyeron la gestión de riesgos? Compártenos tus comentarios.