Contar con un buen sistema de gobierno, riesgo y cumplimiento ayuda a mejorar el proceso interno de la organización.
Las buenas prácticas de Gobierno Corporativo fortalecen la adecuada administración de las empresas, disminuyendo la existencia de conflictos entre las partes interesadas, mitigando los riesgos relacionados con la administración de la sociedad, mejorando la capacidad para la toma de decisiones, reduciendo la necesidad de supervisión especializada por parte del Estado y mejorando la calificación de riesgo de la entidad.
En este este documento recopilamos las políticas, normas y los principios éticos que deben orientar las actuaciones de una compañía, enfocados en el cumplimiento de cada uno de los entes vinculados con esta, en ejercicio de sus funciones, para la adecuada administración de sus asuntos y el conocimiento de su gestión.
Conoce a continuación información relevante que te permitirá entender cuál es la importancia del Gobierno Corporativo en la gestión de riesgos.
Es un un grupo de normas, principios y procedimientos para regular la estructura y funcionamiento de los órganos de gobierno de la organización. Su función es crear una relación entre la junta directiva, el consejo de administración, los accionistas y las partes interesadas (empleados, acreedores, proveedores, clientes y público en general), para crear las reglas por las cuales se regirá el proceso de toma de decisiones de la compañía para generar valor.
Igualmente, proporciona la estructura a través de la que se fijan los objetivos de la compañía y se determinan los medios para alcanzar esos objetivos y supervisar el desempeño.
En general, la gobernabilidad es la manera como una compañía gestiona sus procesos para buscar el éxito empresarial, por eso, incluye costumbres, valores, políticas, normas e instituciones.
Una buena gobernanza ayuda a identificar y gestionar los riesgos; así como a visualizar, planificar, dirigir, ejecutar, controlar y mejorar los procesos para perseguir los objetivos sin dejar de lado la sostenibilidad.
Para una adecuada gestión de riesgos, es recomendable contar con una solución tecnológica como Pirani, que permite identificar, evaluar, controlar y monitorear los riesgos de tipo operativo a los que está expuesta una organización.
Adicionalmente, es importante tener en cuenta que toda empresa que busque el éxito, cada vez debe unir más esfuerzos para operar de manera eficaz y responsable a través de una buena gobernanza, de lo contrario, tendrá que pagar altos costos por los errores, tendrá poco análisis de los riesgos, incapacidad para hacerle frente a estos, así como dificultad para medir el desempeño de los mismos.
Una buena gobernanza permite tomar buenas decisiones en cuanto a acciones en función de los impactos positivos o negativos, ayuda a la reducción de costos, así como a la disminución de actividades redundantes y del impacto de las operaciones.
Asimismo, representa ventajas competitivas, buena reputación, capacidad de atraer y retener a los colaboradores, mantener la motivación y el compromiso, la percepción.
De acuerdo a un artículo publicado por Deloitte, actualmente el 51 por ciento de las empresas considera esto como algo muy importante y de vital importancia.
Pero cabe resaltar que no solo es un asunto neto de la institución, si no también de los poderes públicos que le han dado el lugar que merece ya que contribuyen al progreso y la transformación de la sociedad. Es por esto que los entes reguladores implementaron normativas y códigos de buenas prácticas para que generen un equilibrio entre los intereses de cada empresa y la sociedad.
Uno de los mayores retos a los que se están enfrentando las naciones hoy es a crear una cultura de gobierno corporativo, pues de esta manera se mejoraría el desempeño de la economía mundial.
De hecho, de acuerdo con los Principios de Gobierno Corporativo de la OCDE (2004), "el Gobierno Corporativo constituye un elemento clave para aumentar la eficacia económica y potenciar el crecimiento, así como para fomentar la confianza de los inversores. Abarca toda una serie de relaciones entre el cuerpo directivo de una empresa, su Consejo, sus accionistas y otras partes interesadas. Este también proporciona una estructura para el establecimiento de objetivos por parte de la empresa, y determina los medios que pueden utilizarse para alcanzar dichos objetivos y para supervisar su cumplimiento”.
Estos tienen la función de identificar las bases del Gobierno Corporativo y brindan una guía para llevar a cabo su aplicación dentro de las organizaciones. Es importante que las reglas y las normativas se adapten a las condiciones de cada país.
Aquí también se tienen en cuenta los derechos de aquellas personas cuyos empleos y pensiones dependen de los resultados y la integridad del sector empresarial.
De acuerdo con la Organización para la Cooperación de Desarrollo Económico, OCDE, el gobierno corporativo está compuesto por seis principios:
Este se encargará de promover la transparencia y eficacia de los mercados con el fin de ser coherentes con el régimen legal y de esta manera tener clara la división de responsabilidades entre las autoridades supervisoras, reguladoras y ejecutoras.
En este aspecto el Gobierno Corporativo tendrá que proteger y facilitar el derecho de los accionistas.
Todos lo accionistas tendrán el mismo papel, sin importar si son extranjeros o su participación es pequeña. En caso de violación de sus derechos tendrán la facultad de hacer el recurso efectivo.
Se debe reconocer los derechos de las partes involucradas, los cuales son establecidos por la ley o por medio de acuerdos mutuos. También se busca fomentar la cooperación para la creación de la riqueza y el empleo, facilitando así la sostenibilidad de las organizaciones de una forma sana enfocado en el tema financiero.
Se debe comunicar directa y oportunamente toda la información relacionada a la organización, en la que se debe incluir estado financiero, resultados, temas de mejora, amenazas, entre otras.
Con Pirani las empresas pueden implementar de manera adecuada su sistema de administración de riesgos operativos y a partir de este tomar decisiones oportunamente en beneficio del logro de los objetivos corporativos.
La implementación del gobierno corporativo no solo da transparencia, eficiencia y acceso a la financiación formal, también deja como resultado un clima ético para el manejo de los conflictos de intereses, lo que aumenta los niveles de confianza y percepción de los inversionistas y consumidores.
Reduce notablemente la probabilidad de la materialización de los riesgos entre los que se pueden destacar fraudes por corrupción o lavado de activos. Por otro lado, aumenta la confianza de los clientes, usuarios y diferentes partes interesadas.
Para tener una adecuada gestión del Gobierno Corporativo se debe definir lo siguiente:
Se llevará a cabo un diagnóstico de cómo está la empresa actualmente en Gobierno Corporativo, ya que de esta forma se identificarán las áreas en las que se necesita profundizar el tema de dar valor y sostenibilidad. De esta manera también se verán los resultados, la transparencia y seguridad jurídica.
Se deben definir con el fin de generar oportunidades, identificar los riesgos inherentes y protegerse de los ataques cibernéticos.
En este aspecto los miembros de la junta directiva deben ser conscientes de la importancia de la prevención y se designarán facultades propias para la gestión, supervisión y control de los riesgos que estén enfocadas en las principales normas y estándares relacionadas al cumplimiento normativo.
Esto contribuirá a tener mejor manejo de la información con el fin de tomar las decisiones adecuadas en el momento adecuado. Además, le genera valor a la institución mejorando su reputación y perspectiva financiera.
Los reportes captarán datos detallados, permitirá que se identifique información de manera más rápida y efectiva.
Este deberá ser diligente y debe informar acerca de todo lo que está ocurriendo, para adoptar las medidas necesarias para la buena dirección de control y vigilancia en la sociedad.
En este punto es recomendable contar con metodologías que permitan contar con protocolos que dejen constancia de cómo ha sido el proceso, una vez se tomen las decisiones.
Periódicamente se deben realizar evaluaciones que den la posibilidad de saber cómo está el funcionamiento del Gobierno Corporativo e identificar si se deben generar algún tipo de mejoras para que esta sea eficaz.
Con esta política se refuerza la confianza del mercado porque la mayoría de veces los inversionistas lo tienen en cuenta para invertir. En este punto aparece un término muy importante que es el ‘proxy advisor’, ya que es el encargado de analizar el Gobierno Corporativo de la empresa contando con sus propios criterios en materia de remuneración para recomendar su voto.
Actualmente el área fiscal está teniendo mayor importancia dentro de las compañías y es por esto que la junta directiva debe aprobar y determinar la estrategia fiscal que se llevará a cabo, de esta manera se sabrá si la empresa puede afrontar los riesgos a los que puede verse expuesta.
Las buenas prácticas de gobernanza le dan capacidad a las compañías no solo para la toma de decisiones sino también para la evaluación de los procesos y para detectar fallas a través de auditorías financieras, reuniones y análisis. Además, logra una mayor calidad de los datos porque hay capacidad de recopilarlos de forma rápida y eficiente, lo que ayuda a difundir esa información de forma oportuna.
Todo esto se logra con un Gobierno Corporativo claro, estructurado y transparente, con autoridad y motivación para innovar para promover decisiones éticas y responsables.
Para tener buenas prácticas de gobernanza corporativa, se deben reglamentar las relaciones entre los propietarios de la empresa, la junta directiva y la alta gerencia. La clave está en las relaciones de ellos con grupos internos y externos de la compañía, por ejemplo, empleados, clientes, proveedores, gobiernos, la comunidad en general, el sector internacional e incluso competidores.
Es el sistema (conjunto de normas y órganos internos) que define derechos y responsabilidades dentro del cual interactúan los órganos de gobierno de una entidad entre los cuales se destacan el máximo órgano de dirección, la junta directiva, los representantes legales, los administradores, el revisor fiscal y demás órganos de control.
Es la posibilidad de pérdida debido a fallas en el sistema (conjunto de normas, relaciones y órganos internos) mediante el cual se dirige y controla la gestión de una persona jurídica.
Son administradores el Representante Legal y sus suplentes cuando lo reemplacen en sus faltas accidentales, temporales y absolutas; los miembros de la Junta Directiva y quienes, de acuerdo con los estatutos y la ley, ejerzan o detenten esas funciones. El Representante legal se encarga de la gestión directa, mientras que la Junta Directiva es responsable de la estrategia general de la entidad, así como del seguimiento de la gestión de los Representantes Legales.
Las personas que están registradas como titulares de acciones de la sociedad en el libro de Registro de Accionistas, en la fecha de corte determinada.
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