En esta sesión Jorge Gómez, experto en gestión de riesgos, nos enseña qué es una operación sospechosa, como identificarla, cómo gestionarla, cómo se elabora el reporte y su respectivo seguimiento y retroalimentación.
¿Qué es una operación sospechosa?
Es toda transacción efectuada o intentada que, por su naturaleza, monto, complejidad o falta de justificación económica o legal, no se ajusta al perfil del cliente o resulta inconsistente con sus actividades habituales.
Dicha operación podría estar relacionada con el lavado de activos, la financiación del terrorismo o delitos conexos.
Identificación
1. Generación o detección de la alerta
- Monitoreo automático.
- Reportes internos.
- Alertas externas.
2. Revisión preliminar
- Información básica de la transacción.
- Perfil del cliente o contraparte.
- Contexto de la operación.
Aquí defines si es normal o si requiere una investigación más profunda.
Gestión
1. Análisis y evaluación
- Revisión del historial del cliente.
- Verificación en listas.
- Comparación con el perfil transaccional.
- Validación de la justificación de la operación.
2. Documentación
- Motivo de la alerta.
- Evidencias recolectadas.
- Decisión final y responsable.
- Fecha de cierre.
3. Determinación del resultado
- Cerrar la alerta sin reporte (normal).
- Reportar como Operación Sospechosa (ROS) ante la autoridad competente (UIAF, UIF, entre otras).
Reporte
- Se elabora y envía el Reporte de Operación Sospechosa (ROS) con toda la información requerida.
- Se deben cumplir los plazos y formatos establecidos por la regulación local.
Seguimiento y retroalimentación
- Monitorear si el comportamiento se repite.
- Ajustar reglas, perfiles o segmentaciones si se detectan nuevas tipologías.
- Retroalimentar al equipo para mejorar la detección futura.
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